Junto con El conjuro 2. La historia sigue a una novicia (Taissa Farmiga) y a un sacerdote con un pasado oscuro (el mexicano Demián Bichir), enviados a investigar el extraño suicidio de una joven monja, una misión que pondrá en juego su fe y sus almas mismas. Aunque hay buenas actuaciones y un gran trabajo audiovisual para crear una atmósfera aterradora, hay algunos huecos en lógica narrativa y falta de inventiva que hacen palidecer a esta película frente a otras propuestas mejores de la saga de El conjuro. Sin embargo, si eres fan de estas historias, sin duda te gustará.
La película más interesante y propositiva en la franquicia de la muñeca poseída, spin-off de El conjuro. El cineasta David F. Sandberg se vale de una historia de origen para crear una base sólida de antepasados para Annabelle y, principalmente, crear conexiones con la primera entrega de la franquicia. Con una atmósfera perturbadora y buena cantidad de sobresaltos, Annabelle 2: La creación (Annabelle: Creation) acaba yendo más allá de las apariciones escalofriantes de la muñeca y del potencial terrorífico de su figura. Hay una buena trama, buenos personajes y un aire en general espeluznante. Obviamente, la trama acaba recurriendo a ciertas resoluciones obvias y obligatorias para relacionarla al resto de la saga de El conjuro, lo que acaba restándole un poco de su poder. Aún así, Annabelle 2 es una película divertida y cuyo terror perdura más allá de los créditos finales. Mención especial para la genial Lulu Wilson.
Si bien La maldición de La Llorona). La historia narra la posesión de la muñeca, que es regalada por un hombre (Ward Horton) a su esposa, Mia (Annabelle Wallis). La pareja sufre la invasión de un culto satánico, lo que desata una serie de acontecimientos sobrenaturales alrededor de la muñeca. Annabelle se queda corta en comparación a su predecesora (y en general a la calidad general de la saga principal de El conjuro), pero si eres fan de este mundo, sin duda disfrutarás de este spin-off.
En lo que respecta al cine de terror sobrenatural “tradicional”, El conjuro (The Conjuring) está entre las producciones mejor logradas en la memoria reciente. La historia sigue a los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga), mientras investigan acontecimientos sobrenaturales en la casa de la familia Perron en Rhode Island, en 1971 (la historia está inspirada en un caso real). Incluso si no propone nada realmente original, el director James Wan echa mano de los recursos narrativos típicos del género y una tensión palpable y calculada para sacar increíbles sustos del público. La tecnología contemporánea de efectos especiales permite lograr algo genuinamente aterrador, que se aleja de lo visto en esta clase de películas en la década de los ochenta. Ha sido tan exitosa, que ha dado origen a dos secuelas y toda una gama de spin-offs que incluyen a la muñeca Annabelle y al personaje de La monja.
Para los seguidores del universo de los Warren, hogar de cintas como La Monja y La maldición de La Llorona, esta nueva entrega será satisfactoria, incluso si como película de terror no ofrece nada novedoso y carece del ingenio de la entrega original: El Conjuro. Te gustará si eres fan de la saga, o si buscas una película que logre darte algunos buenos sustos, aunque no sea memorable.