Max - En esta inspiradora animación católica, un hombre gruñón guía a un adolescente enamorado y le cuenta la historia de Maximiliano Kolbe, un sacerdote polaco que se ofreció como voluntario para morir en Auschwitz en lugar de otro prisionero. Al explorar temas de redención y coraje, la historia destaca el valor de la fe y la compasión en medio de las circunstancias más oscuras. Basada en hechos reales, la película transmite un mensaje de esperanza que atraviesa generaciones.
La inmensa mayoría de las películas de ficción sobre el Holocausto abordan, de una u otra manera, la brutal violencia que padecieron sus víctimas. Pero con Zona de interés (The Zone of Interest), el director Jonathan Glazer aborda la otra cara de la moneda: los mecanismos de complicidad que permitieron que semejantes atrocidades sucedieran. La trama sigue a Rudolf Höss (interpretado por Christian Friedel) y a su familia, instalados cómodamente en una casa de campo, un paraíso privado separado del campo de concentración de Auschwitz apenas por una valla de concreto. Sin exponer nunca violencia innecesariamente gráfica, la película analiza más sus orígenes y sus consecuencias, y así permite ver las maneras en que la historia y sus peligros se repiten hasta nuestros días. Lee más en la crítica completa de Zona de interés.
La de Nicholas Winton tiene que ser una de las historias más increíbles e iluminadoras sobre el poder de la compasión y el espíritu humano en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. Lazos de vida (One Life) comienza en 1988 con Winton (interpretado por Anthony Hopkins) reflexionando sobre su pasado, revelando poco a poco, mediante flashbacks, sus actos humanitarios para salvar a niños refugiados en Checoslovaquia de la inminente invasión nazi en 1938 (interpretado aquí por Johnny Flynn). Sin salirse ni un centímetro de las convenciones de los dramas de su tipo, la película logra emocionar con su conmovedora historia y una poderosa actuación de Hopkins, recordándonos la importancia de mantener vivas las historias de estos actos humanitarios, si bien también levanta preguntas sobre si necesitamos una más en la larga lista de películas sobre el Holocausto.
Jojo Rabbit es, sin duda, una de las películas más sorprendentes de la temporada de premios 2019-2020. El director Taika Waititi (Entrevista con unos vampiros y Thor: Ragnarok) utiliza la mente infantil de un niño para presentar con humor los males del extremismo. En nombre de los líderes que nunca vemos y preferimos no ver, mediante el lavado de cerebro peleamos guerras, repetimos prejuicios y predicamos ideales que poco tienen que ver con nosotros mismos. Destaca por las actuaciones de Scarlett Johansson, Sam Rockwell y el propio Waititi, pero el espectáculo está realmente con los jóvenes Roman Griffin Davis y Thomasin McKenzie. Definitivamente no es una historia para todos los gustos y hay más drama y lágrimas de lo que dejan ver los divertidos avances, pero sin duda es una película que hay que ver y que, triste y espantosamente, hace eco de gran parte del mundo actual.