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Steven Spielberg es impecable en su trabajo con la nueva versión de ‘Amor sin barreras’: al mismo tiempo que es, dentro de lo posible, fiel al material original –a su vez, una versión de ‘Romeo y Julieta’ en el barrio Upper West Side de Nueva York–, el cineasta logra resaltar emociones, expresiones y acontecimientos por medio de su singular lenguaje cinematográfico. Sin embargo, el director brinda un giro interesante, pues añade una capa de profundidad (respecto a la versión de 1961) con su crítica social, señalando la gentrificación y mostrando que estos jóvenes no son enemigos entre sí, sino víctimas de un engranaje social mucho más grande que todos nosotros. Rachel Zegler está maravillosa como María, y resulta muy conmovedor ver de vuelta a Rita Moreno (de la original) en escena. Sin embargo, es Ariana DeBose quien roba escena en el rol de Anita (La película está ahora en cines, y llegará próximamente a Star+). – Renan Martins Frade
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Para Sony Pictures Animation, un estudio cuyas cartas de presentación de últimos años incluyen ‘Emoji: la película’; el aclamo universal de ‘Spider-Man: Un nuevo universo’ fue un gran paso hacia las grandes ligas. Por fortuna, ese corazón e inventiva no fueron sólo un garbanzo de a libra. La premisa de ‘La familia Mitchell vs. las máquinas’ (‘The Mitchells vs. The Machines’) es de lo más ridícula: durante un último viaje en carretera antes de que la protagonista, Katie, se vaya a la universidad, la disfuncional familia Mitchell se convierte en la última esperanza contra una inteligencia artificial rebelde, que planea deshacerse de la humanidad en el nombre de la dominación mundial (obviamente). Visual y narrativamente, la película es divertidísima de principio a fin, incorporando el lenguaje de los memes de internet de una forma innovadora y que tiene sentido, al mismo tiempo que critica nuestra dependencia tecnológica y ofrece una tierna historia sobre el significado de la familia. Ya no hacen películas de corte blockbuster tan originales, ricas e inteligentes como esta, lo que es una pena. Hace años que no me divertía así con una película. – Lalo Ortega
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Objetiva y extremadamente identificable, ‘Shiva Baby’ es el largometraje debut de la cineasta canadiense Emma Seligman, quien se inspiró en sus propias experiencias para contar la historia de una joven mujer judía y bisexual quien, como la mayoría de nosotros, intenta comprender cuál es su lugar en el mundo. Situada en el transcurso de un sólo día, la película sigue una serie de situaciones tan divertidas como estresantes para Danielle, quien cobra vida gracias a la increíble actuación de la debutante Rachel Sennott. La tensa banda sonora brinda un toque especial, transmitiendo al espectador la misma ansiedad y experiencia claustrofóbica que la protagonista. – Laura Ferrazzano
No hay duda de que ‘Una ronda más’, ampliamente reconocida durante la temporada de premios de 2021, causa cierta incomodidad en primera instancia. La historia trata de un grupo de profesores, amigos de muchos años, que deciden beber pequeñas dosis de alcohol antes de sus clases, en un experimento para entender si eso influye en su desempeño y humor. Obviamente, muchas cosas salen mal, aunque también hay espacio para el escapismo y el humor. El director Thomas Vinterberg (colaborando de nuevo con Mads Mikkelsen después de ‘La caza’) busca investigar los dilemas y problemas del consumo de alcohol sin límites –una cuestión real en Dinamarca, donde los adolescentes son incentivados a beber desde muy jóvenes–. Sin caer en banalidades, pero tampoco en el sentimentalismo barato, la película presenta buenos cuestionamientos sobre la vida, la masculinidad, el ego y el escapismo fácil. Y lo digo ya: además de la película en sí, la secuencia final con Mikkelsen bailando es una de las mejores escenas del cine de 2021, llena de vida y significado en un sólo baile. – Matheus Mans
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Quizá mi película favorita de 2021, y sorprendentemente, no me lo hubiera imaginado. Nunca logré terminar de ver ‘La gran belleza’, pero siempre comprendí la magnitud de Paolo Sorrentino. En ‘Fue la mano de Dios’, entrega la clase de película que amo: un retrato íntimo de un autor que ama el cine por encima de todo. Si ‘Amarcord’, de Federico Fellini, tiene pinceladas autobiográficas, esta obra de Sorrentino sigue la misma línea. Una historia bellísima hasta en sus momentos más tristes, con un humor puntual, sin exageraciones. Si el cine es una distracción de la realidad, como señala Fellini, que nuestra vida esté repleta de ellas. Lo que hace Sorrentino aquí es arte. – Raíssa Basílio
