Definitivamente estamos ante una película que pasará a la historia como una de las grandes comedias sexuales para adolescentes. Desde que fue presentada en el festival SXSW (South by Southwest) 2019, donde ganó el premio especial del jurado, fue considerada como una de las mejores comedias del año. Aunque el género ha recorrido ya largo un camino desde las películas sexistas de los ochenta y noventa, la mayoría de los filmes presentaban personajes masculinos en una búsqueda para perder su virginidad (por ejemplo, ‘Súper cool’) o, al menos, encontrar una salida para su libido en crecimiento. Solo ha sido en los últimos años, con películas como ‘La noche de las nerds’ (‘Booksmart’) y ahora ‘Yes, God, Yes’, que las adolescentes han tenido sus propias voces en el género. Escrita y dirigida por Karen Maine, coguionista de otra película que explora el sexo y la vergüenza, ‘Riendo de mí’ (‘Obvious Child’), ‘Yes, God, Yes’ es como una mirada al yo adolescente, e incluso a través de las escenas más incómodas, se enfoca siempre en los impulsos y experiencias de su protagonista (maravillosamente interpretada por Natalia Dyer, de ‘Stranger Things’), sin cosificarla, para evidenciar la represión hipócrita en la que vive. En resumen, es una comedia divertida, pero encantadora y honesta sobre el choque entre el despertar sexual de la adolescencia, y la vergüenza religiosa.
El niño y la guerra (Waiting for Anya), es una historia contada de forma hermosa y sensible, que relata un capítulo oscuro de la historia mundial pero con momentos muy humanos. Se trata de la adaptación de la novela de Michael Morpurgo (autor también de ‘Caballo de guerra’, otra famosa adaptación cinematográfica dirigida ni más ni menos que por Steven Spilgerg). Esta película nos abre los ojos a la historia poco conocida de héroes silenciosos de la Segunda Guerra Mundial, como la de muchos aldeanos ses que rescataron niños judíos y los llevaron clandestinamente por las montañas de los Pirineos a España, salvándolos de los nazis. Es verdaderamente fascinante ver a Noah Schnapp muy lejos de su papel en Stranger Things, como un joven con mente abierta, sin prejuicios, que va desde la inocencia hasta la ingenuidad. Schnapp lleva la mayor parte de la película sobre sus jóvenes hombros y lo hace con maestría. De igual manera Anjelica Huston está impecable en su papel de Horcada, al igual que Jean Reno como Henri. Verlos a los dos juntos es una clase magistral en un baile emocional. Aunque la novela en la que se basa la película es considerada para adultos jóvenes, lo cierto es que esta adaptación es apta para todas las edades. Una lección de historia y heroísmo, y de cómo los actos individuales pueden tener grandes repercusiones.
La icónica franquicia de los años 80 regresa con fuerza, reanimada por una secuela directa a las originales que, al mismo tiempo, funciona por sí sola, dando la posibilidad a los nuevos espectadores de familiarizarse con el universo de los Cazafantasmas. El guión y dirección corren a cargo de Jason Reitman (‘Juno’), hijo del director original, Ivan Reitman, quien da a la película un aura dotada de personalidad y amor, pues la saga de ‘Los Cazafantasmas’ estuvo presente en su vida desde siempre. Las referencias a las originales no paran, pero tienen significado y devoción, respetando al material original pero abriendo las puertas a un nuevo futuro para la franquicia. Mckenna Grace (‘Un don excepcional’) es el gran punto fuerte, llevando el cortometraje con curiosidad y asombro. Los efectos especiales son fenomenales, y tanto la fotografía como el diseño de producción son excepcionales. ‘Ghostbusters: El legado’ (‘Ghostbusters: Afterlife’) es una aventura intensa y divertida sobre madurar, con mucho corazón.