Después del inesperado éxito de Spider-Man: Un nuevo universo, la secuela busca afianzar la franquicia y, quién sabe, asegurar aún más películas y series. En Spider-Man: A través del Spider-verso (Spider-Man: Across the Spider-Verse), Miles Morales, personaje favorito del público que logra ser aún más divertido e interesante que Peter Parker, está pasando a la adultez. Está en plena adolescencia y comienza a madurar cada vez más. Después de todo, su vida cambió cuando fue picado por una araña que le dio poderes y ahora intenta conciliar eso con la conciencia de que hay un universo paralelo con Gwen, la Spider-Woman que ha conquistado su corazón. Aunque es mucho menos inspirada que la anterior, principalmente debido al tono comercial que ocupa tiempo del metraje, la película aún cuenta con un protagonista cautivador (¡Miles es mucho mejor que Peter!) y, sobre todo, una estética que deja a cualquiera impresionado. La historia termina quedando abierta para preparar el terreno para la tercera película de la franquicia, guardándose lo mejor para después, lo que le resta fuerza. Aun así, es una película esencial para los fanáticos de la franquicia que busquen maravillarse con sus imágenes.
Dentro de toda la saga John Wick, hay algo que podemos afirmar sobre su cuarto filme: es más grandioso, más exagerado e insano en comparación con sus predecesores, pero también mucho más largo. En John Wick 4, el protagonista (Keanu Reeves) debe enfrentar nuevamente al mundo entero con menos aliados a su lado para derrotar a High Table del mundo de los asesinos y, finalmente, ser libre. Debido a su extensión, puede ser un poco cansativo y algunas escenas estiran hasta el límite la poca credibilidad de sus secuencias de acción. Sin embargo, éstas últimas son realmente espectaculares y, sin duda, quedan entre las mejores no sólo de la franquicia, sino de todo el cine de acción contemporáneo.
Aunque se extendió demasiado en su último capítulo, Los Juegos del Hambre es muy cerrada, con una buena historia que desarrolla el viaje de Katniss (Jennifer Lawrence). Ahora, permaneciendo en el mismo universo, en Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes seguimos la historia del mayor villano de la saga: el presidente Snow. Ya no en la vejez, interpretado por Donald Sutherland, sino en su juventud, ahora interpretado por el talentoso Tom Blyth. Es una historia de creación de personalidad, en la que seguimos el desarrollo de este odiado personaje, desde su dura infancia hasta su brillantez juvenil y el complicado romance de Lucy Gray (Rachel Zegler, el punto débil de la película). El cineasta Francis Lawrence, que dirigió todas las demás películas de la franquicia, regresa a la silla de director y hace un buen trabajo, aportando elementos que ya tuvieron éxito (como los juegos, la mejor escena de la película) con otras novedades, como escenas musicales inesperadas.
Parece que Tom Cruise es imparable: después de Lee más en nuestra crítica completa.